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Investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) alertaron que la mala calidad del aire en la zona metropolitana de Puebla está agravando los casos de asma alérgica, una enfermedad que afecta a más de 350 millones de personas en el mundo.
En un estudio publicado por la revista Spinor, Jorge Andrés Naranjo Vallejo y Juan Jesús Ríos López, médicos e investigadores de la BUAP, detallaron que la exposición a partículas contaminantes como PM2.5 y PM10, así como gases como ozono (O₃) y dióxido de nitrógeno (NO₂), intensifica los síntomas en personas con esta condición respiratoria crónica.
Aunque los niveles generales de contaminación suelen estar dentro de lo permitido por la normativa, las partículas más finas —capaces de penetrar profundamente en el cuerpo humano— superan frecuentemente los límites recomendados, lo que representa un riesgo para la salud pública.
Además de los contaminantes generados por el tráfico y la industria, el estudio señala que los llamados bioaerosoles (como el polen, esporas de hongos y ceniza volcánica) también influyen. Al combinarse con otros gases, estos compuestos aumentan su capacidad alergénica, empeorando las condiciones clínicas de quienes padecen asma alérgica.
Los investigadores también resaltan que el calentamiento global prolonga la presencia de alérgenos en el ambiente, lo que empeora los episodios asmáticos, especialmente durante la temporada seca y de altas temperaturas (marzo a mayo).
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente estatal, durante el último fin de semana se registraron niveles “medios” de calidad del aire debido al exceso de partículas PM10 y PM2.5.
Asimismo, el estudio destaca que la exposición prolongada a estas partículas finas puede debilitar el sistema inmunológico, favorecer el desarrollo de obesidad, resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares y agravar otras condiciones respiratorias como la EPOC.
Niñas y niños son el grupo más vulnerable, ya que la exposición en etapas tempranas puede reducir su capacidad pulmonar de forma permanente.
Actualmente, el Hospital Universitario de la BUAP, en colaboración con el IPN, estudia la relación entre contaminación y severidad del asma, utilizando datos del Índice de Calidad del Aire (ICA) recabados por la Red Estatal de Monitoreo Atmosférico (REMA).
Fuente: El Sol de Puebla





