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Por Mónica Franco
La sociedad acepta a quienes abanderan causas nobles y eso fue lo que le pasó a la influencer Elena Larrea, quien con la creación de Cuacolandia –santuario para equinos maltratados o en abandono– se convirtió en la heroína, vestida de vaquera, que rescataba caballos por todo el país.
La modelo de voz ronca que era una bella y valiente amazona, se apropió de su cuerpo con decenas de tatuajes y catapultó su activismo a través de las redes sociales en donde a pesar de montar caballos en posiciones eróticas, su aceptación social y su fama crecieron por ser animalista.
Para sostener un rancho, ubicado en el municipio de Atlixco, Puebla, con cerca de 50 equinos que representaban un gasto mínimo de 150 mil pesos al mes, la también jinete, vendió contenido erótico en la plataforma OnlyFans, enfrentado críticas misóginas y hasta amenazas de los agresores de equinos que rescataba.
La realidad es que Elena Larrea era disruptiva desde antes de la creación de Cuacolandia, cuando inició como modelo a sus 20 años y llegó a ser socia de la disquera Rich Vagos, una de las firmas más importantes del hip hop a nivel nacional dedicada al impulso de talentos emergentes.
Un recorrido por las redes sociales de Elena Larrea es suficiente para percatarse cómo se modificó poco a poco, con quienes convivió, los países que visitó y cómo surgió Cuacolandia en el 2019.
Sin duda esta mujer, que en tres años rescató más de 300 caballos de maltrato y abandono, deja un precedente en la historia de la lucha por la defensa de los derechos de los animales en México.
Gracias a su popularidad, la modelo logró que se tipificara, en el tiempo récord de un mes, el delito de zoofilia en el estado de Puebla, tras el caso de la potranca ‘Mila‘, que sufrió maltrato físico y sexual en el municipio de Coronango.
Elena Larrea se presentó en el Congreso local y también armó una protesta frente a la Fiscalía estatal para pedir el cambio de la jueza que dejó salir bajo fianza al agresor de Mila, esto sucedió el pasado mes de febrero.
Además su rostro, junto con el de otras activistas, lo empaparon en las tortillas de la Taquería Viviana, ubicada en la capital poblana, como homenaje a la lucha de las mujeres por el Día Internacional de la Mujer (8M).
La mañana del pasado 7 de marzo Elena Larrea estuvo en el Tecnológico de Monterrey campus Puebla trabajando con alumnos sobre miniserie de Cuacolandia, más tarde acudió a la Taquería Viviana, ubicada en el Centro Histórico, sin que se le notara algún malestar.
En la inauguración de Valle de Catrinas Atlixco, en octubre de 2023, la activista acompañó a Ariadna Ayala, presidenta de ese municipio y otros funcionarios del gobierno del estado, desde entonces su presencia se volvió constante en actos públicos.
Elena Larrea y su equipo no descuidaban ni un solo momento su imagen. Hacer sesiones de fotografías para ella era un trabajo de muchas horas y de detalles minuciosos para que luciera espectacular, así que cuesta mucho imaginar que un arreglo estético le haya provocado una trombosis pulmonar que le ocasionara la muerte a los 31 años.
En una de sus últimas publicaciones Elena escribió: “Las mujeres que se comportan, rara vez hacen historia, que viva la resistencia” así que ella no quería morir, quería vivir y luchar. Quería ser vista por todos y lo estaba logrando. Cada día hacía más ruido. ¡Cabalga hasta el cielo amazona tatuada!
Insurrectas en pie de lucha. ¡Si tocan a una respondemos todas!