José Antonio Kast gana la presidencia de Chile con amplia ventaja y marca un giro político en la región
Internacional
José Antonio Kast, fundador del Partido Republicano, ganó la elección presidencial de Chile con el 58.2 por ciento de los votos, frente al 41.8 por ciento obtenido por la exministra Jeannette Jara, de acuerdo con datos oficiales del Servicio Electoral de Chile (Servel).
El exdiputado de 59 años se impuso en las 16 regiones del país, incluyendo bastiones históricamente identificados con la izquierda, como Valparaíso y la Región Metropolitana, además de obtener una amplia ventaja en las zonas mineras del norte y agrícolas del sur.
Tras conocerse los resultados preliminares, el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, confirmó que la candidata derrotada reconoció el resultado electoral. Destacó que el triunfo refleja el respaldo ciudadano a una propuesta que busca enfrentar las principales crisis del país, especialmente en materia de seguridad y migración.
La victoria de Kast representa la segunda más amplia desde el retorno a la democracia en Chile, solo detrás del triunfo de Michelle Bachelet en 2013. El nuevo mandatario asumirá el cargo el próximo 11 de marzo, cuando reciba la banda presidencial de manos del actual presidente, Gabriel Boric, con quien ya había competido en las elecciones de 2021.
Durante la campaña, el debate se centró principalmente en el aumento de la delincuencia y la migración irregular. Kast ha planteado medidas como el endurecimiento de la política migratoria, la expulsión de migrantes en situación irregular y la construcción de cárceles de alta seguridad para líderes del crimen organizado.
El nuevo presidente enfrentará un escenario legislativo sin mayorías claras. En la Cámara de Diputados, el bloque de derecha y ultraderecha se encuentra a dos escaños de la mayoría, mientras que en el Senado mantiene un equilibrio con las fuerzas de izquierda.
Analistas consideran que este resultado se inscribe en una tendencia regional de fortalecimiento de opciones conservadoras y de derecha radical, en un contexto marcado por la preocupación ciudadana por la seguridad, la migración y el desempeño económico. No obstante, advierten que el nuevo gobierno deberá equilibrar sus promesas de campaña con la gobernabilidad y las dinámicas institucionales del país.
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