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Con el compromiso de fomentar estilos de vida saludables y formar deportistas de alto rendimiento, la BUAP fortalece su apuesta por el deporte universitario a través del Laboratorio Escuela de Medicina y Ciencias Aplicadas al Deporte, una iniciativa impulsada por la rectora Lilia Cedillo Ramírez a finales de 2022.
Ubicado en las instalaciones de la Arena BUAP, este laboratorio ha evolucionado rápidamente desde sus inicios. De atender a menos de 15 deportistas al mes en 2023, hoy sus servicios son requeridos por más de 50 universitarios mensualmente, entre atletas de alto rendimiento y estudiantes que practican deporte de forma recreativa.
Al frente del proyecto está el doctor Sergio Jiménez Cancino, médico con especialidad en Entrenamiento y Ciencias Aplicadas al Deporte por el Comité Olímpico Internacional, y exatleta de talla internacional. Jiménez destaca que el espacio cuenta con tecnología de punta proveniente de Alemania, Inglaterra y Estados Unidos, utilizada para evaluar condiciones físicas, prevenir lesiones y optimizar el rendimiento deportivo.
“El deporte se mejora midiendo y evaluando. Es fundamental conocer la condición del atleta en todas sus etapas de entrenamiento para prevenir sobreentrenamientos y alcanzar su mejor forma competitiva”, señala Jiménez Cancino.
El laboratorio ofrece análisis completos:
- Evaluaciones físicas con electrocardiogramas, dinamómetros, plataformas neuromusculares y caminadoras especializadas.
- Estudios clínicos en áreas de Medicina, Nutrición, Odontología y Psicología.
- Exámenes antropométricos y de sangre.
La atención es brindada por un equipo multidisciplinario de especialistas, estudiantes y egresados de la Facultad de Cultura Física y otras unidades académicas. Se evalúan aspectos clave como capacidad pulmonar, resistencia, fuerza, alimentación, salud bucal y estabilidad emocional, contribuyendo al desarrollo integral del deportista.
“Este laboratorio brinda herramientas reales para que nuestros atletas representen a la BUAP en condiciones óptimas. No se trata solo de competir, sino de hacerlo con salud, estrategia y conocimiento del propio cuerpo”, concluye Jiménez Cancino.
Con este modelo, la BUAP avanza en la consolidación de una comunidad universitaria más sana, competitiva y consciente de su bienestar físico y mental.