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Un estudio realizado por Karla del Razo López, pasante de la Maestría en Ciencias Ambientales del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), ha identificado impactos negativos de micro y nanoplásticos de PVC en dos modelos animales: la pulga de agua Daphnia magna y la rata Wistar.
En Daphnia magna, un crustáceo planctónico de cinco milímetros, la exposición a fragmentos plásticos provocó un marcado declive en su población, con una reducción significativa en la cantidad de neonatos por hembra (de 7-10 a solo 1). Además, se detectaron daños en el tracto intestinal y disminución del ritmo cardiaco en estudios histológicos.
En el caso de la rata Wistar, se observaron modificaciones en la morfología intestinal y la presencia de partículas plásticas en órganos específicos bajo condiciones experimentales controladas.
Las concentraciones utilizadas fueron de 40 miligramos por litro, con exposiciones de 20 días en Daphnia magna y siete días en ratas. Los investigadores destacaron que se requieren estudios crónicos para evaluar la adaptación de los organismos y posibles tratamientos futuros.
La investigación, dirigida por la doctora Laura Morales Lara y coasesorada por el doctor Raúl Cerna Cortez, subraya la necesidad de profundizar el análisis antes de establecer implicaciones para la salud humana, dada la complejidad del problema y la posible exposición prolongada a largo plazo.
A diferencia de estudios previos que suelen enfocarse en plásticos como PET o polietileno, este trabajo se centró en PVC fragmentado, un material ampliamente usado en empaques alimenticios, buscando aportar datos más cercanos a la realidad ambiental.
Ante el bajo porcentaje de reciclaje de plásticos en México, los especialistas hacen un llamado a impulsar el desarrollo de materiales sustentables, biodegradables y mejorar la gestión responsable de residuos plásticos, así como fomentar la educación social sobre el uso adecuado de estos materiales.